miércoles, 7 de julio de 2010

Museos



Entre los museos romanos hay que citar:

Museos Vaticanos, que incluyen los famosos frescos de la Capilla Sixtina.
Galería Nacional de Arte Antiguo, con obras de Piero della Francesca, Fra Angelico y Rafael, entre otros.
Galería Borghese, dentro de la Villa Borghese (edificio del siglo XVII) con gran colección de pintura y escultura.
Palazzo Doria-Pamphili, de cuya colección destaca el retrato de Inocencio X de Velázquez.
Museos Capitolinos, que conserva la colección de arte más antigua de Europa. En él se encuentra, entre otras notables piezas, la loba capitolina.
Museo Nacional Etrusco, en Villa Giulia, en el que destaca los sarcófagos etruscos.
Galería Nacional de Arte Moderno, donde se conserva una importantísima colección de arte contemporáneo.
Museo Nacional de las Termas, donde se conserva una importantísima colección de antigüedades romanas.
Museo Nacional Romano, con las colecciones nacionales de arte romano, famosas en el mundo entero.
Museo Nacional del Palacio Venezia, con piezas desde la época paleocristiana hasta el gótico final.

Bandera y Escudo


Historia De Roma


Previo a la fundación de la ciudad, y también en forma contemporánea a ello, Italia estaba habitada por una serie de pueblos que habitaban la península de Norte a Sur. Los pueblos que habitaban en la península itálica eran los siguientes: los latinos, que ocupaban la llanura entre el río Tíber y los montes Albanos. Al Norte del Tíber se encontraban los etruscos; más arriba, el Tíber separaba a los umbros al Sur y los etruscos al Norte. Al Este y Sureste del Lacio se encontraba la cadena Apenina que sería el dominio de pastores nómadas emparentados entre sí: los sabinos, samnitas, marsos, volscos, campanos en Nápoles, ausones y oscos. Todavía más al sur, los lucanos y bruttios.

El origen de los pueblos que a su vez originaron a Roma, se puede rastrear mediante la lingüística, la cual clasifica a las lenguas indoeuropeas y las de otro origen. Entre las primeras se encuentra el latín, el véneto, etc. Se comprobó que las lenguas europeas y asiáticas tenían un cierto parentesco, y se tuvo la convicción durante mucho tiempo, de que el parentesco delataba un origen étnico común, la existencia de un pueblo indoeuropeo y de una cuna común de su civilización. Se creía que la unidad original de este pueblo experimentó una dislocación y que los grupos integrantes se fueron separando del conjunto, llevando en su emigración el dialecto hablado en su patria. Pero ya esta teoría está desechada. Las divergencias e interferencias se descubren en Italia siempre, por muy remota que sea la génesis de los pueblos portadores del indoeuropeo; es decir, a través de una lenta evolución étnica y cultural, durante la edad neolítica (4800-1800). Al parecer, según P. Bosch, los movimientos convergieron a partir, al menos, de dos centros: la región del río Danubio en el centro de Europa y la región del norte de Asia menor y parte del Cáucaso. Aproximadamente por entonces, según los lingüistas y los arqueólogos, el latín (introducido también por pueblos provenientes de la región danubiana) haría su aparición en Italia. Cada vez es mayor la resistencia frente a la hipótesis de una Italia pre y protohistórica que acogería en su territorio a masivos grupos étnicos con su original unidad, mantenida a lo largo de la emigración. Más bien se insiste sobre las condiciones de infiltración, dispersión y cruzamiento en que se realizaría la intervención de elementos extranjeros.

Ubicacion De Roma




Roma se encuentra en la región central de Italia, en la región del Lacio y cerca de la desembocadura del río Tíber. El núcleo central de la ciudad se encuentra a 24 km del Mar Tirreno. La altitud de Roma es de 13 msnm (en la Piazza del Popolo) en lo más bajo hasta los 120 msnm en el Monte Mario. La comuna de Roma tiene 1.285 km².

domingo, 4 de julio de 2010

El Coliseo De Roma


El Coliseo de Roma (Colosseum en el latín original; Colosseo en el actual italiano) es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica.

En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.[1]

El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio romano de Occidente en el 476 d. C. Así como las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros martirizados durante los primeros años del Cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a procurar su conservación.

Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y aún está muy ligado a la Iglesia Católica Romana, por lo que el Papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada Viernes Santo.

El 7 de julio de 2007, fue reconocida como una de las nuevas siete maravillas del mundo.